Es una corriente que viene de Europa y se caracteriza por una nueva sensibilidad que busca distintas formas experimentales, oponiéndose a las tradicionales.
En la raíz de estos movimientos está la inseguridad humana por la crisis de una sociedad dividida entre tradicionalista y revolucionarios. Entre los movimientos de vanguardia destacados en América son: el creacionismo iniciado por Vicente Huidobro, el ultraísmo representado por Jorge Luis Borges y surrealismo que aparece en algunas composiciones de César Vallejo o Pablo Neruda. Estos movimientos no se limitaron a proponer un cambio formal en el lenguaje de la poesía. Por el contrario, desde los años que le siguen a 1920, la narrativa comienza a ser atendida con toda inquietud
por algunos de los mismos escritores afiliados a los grupos de vanguardia.
VANGUARDISMO
EN LATINOAMERICA:
El vanguardismo no sólo fue una tendencia estilística
que invadió el ámbito local e hispanoamericano; fue un modus vivendi en una sociedad que experimentaba muchos cambios, fruto
de los adelantos científicos y tecnológicos de comienzos del siglo XX.
En este sentido el movimiento cultural peruano
y latinoamericano, aspiraba a nuevas formas discursivas que apuntaran a un cambio real en el modo de expresión escrito, que
lo alejara de los moldes importados y seguidos por otros autores siglos atrás.
Por eso, una de las principales características
de esta nueva forma poética es su mirada a otros espacios, que ya no eran el hispano
tradicionalista de versos ordenados, que obedecían a una métrica y rima parametradas, sino que vinculaban al espacio como
parte del trabajo final.
Criticado por una poesía que exaltaba los nuevos
inventos y la promesa de un futuro luminoso, del cual se podría formar parte.
En Latinoamérica los principales exponentes
de la poesía de vanguardia son Jorge Luis Borges, propulsor del ultraísmo en esta orilla y autor de Fervor de Buenos Aires
y Cuaderno San Martín, Nicolás Guillén con Motivos de Son y Vicente Huidobro, autor del célebre poema Altazor (Carla Gonzáles).